Descripción
El sabor de la mantequilla no es un sabor de placer, sino un sabor de prohibición, un sabor que provoca a los que intentan adelgazar, un sabor prohibido, un sabor de revuelta que devuelve la espontaneidad a aquellos para los que la mantequilla es el símbolo del fracaso. Este sabor debe manejarse con cuidado, ya que puede desanimar fácilmente a la gente.
Aromatizante alimentario que puede utilizarse para elaborar todo tipo de preparaciones culinarias: bollería, postres de crema, yogures, helados, etc.
Verter unas gotas en la preparación y mezclar bien
Su concentración los hace muy económicos
Tono de coloración: amarillo claro